El etiquetado frontal de alimentos es una medida clave para empoderar a los consumidores, mejorar la salud pública y fomentar prácticas alimentarias más saludables, beneficiando tanto a individuos como a la sociedad en su conjunto. Este importante proyecto lleva años siendo impulsado, desde su presentación en el anterior periodo por la H.D.S Yaidelis González Fuentes. Asimismo, por parte de la sociedad civil, especialmente coordinado por el Movimiento de Alimentación Saludable, conocido por sus siglas como M.A.S., y apoyado rigurosamente por organizaciones que conforman la Alianza Panamá por la Salud, como lo son: Fundación Rescate de Alimentos, Colegio de Biólogos (COBIOPA), Diabetes LATAM, UDELAS, Red Estudiantil para el Desarrollo de la Seguridad Alimentaria Nutricional (RED SAN), Asociación Panameña de Mercadotecnia en Salud (APAMES), Asociación Panameña para la Prevención y el Tratamiento de la Obesidad, (APPTO), Patronato de Nutrición, Fundación de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas Panamá (FOSEMO), Fundación Roni Jaén, Jóvenes M.A.S., Fundación de Celíacos de Panamá (FUCEPA), Fundación Latidos, Oficina de Pueblos Indígenas de la Universidad de Panamá, Departamento de Sociología de la Universidad de Panamá, Comunidad del Aprendizaje, entre otras. Así como también organizaciones internacionales que luchan cada día por lograr una mejor alimentación en la región, como lo son la Coalición Latinoamericana de la Salud, Centro para la Defensa del Consumidor de El Salvador, Costa Rica saludable y Guatemala Saludable.
Ahora bien, en dicha reunión asistieron las organizaciones pertenecientes a la Alianza Panamá por la Salud, donde discutimos temas como la situación actual con relación al proyecto de ley 57 de Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN) y cada una de estas brindo sus aportes y recomendaciones para lograr el objetivo estipulado.
Para finalizar, el etiquetado frontal en Panamá es crucial para promover la salud pública, ya que permite a los consumidores tomar decisiones informadas sobre los productos que compran. Al resaltar información clave como el contenido de azúcar, grasas y calorías, ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad y la diabetes. Además, fomenta hábitos de consumo más responsables y contribuye a la educación nutricional, lo que a largo plazo puede reducir los costos en salud pública y mejorar la calidad de vida de la población.







